Este artículo está escrito tanto para la gente que ha tomado la determinación de empezar a hacer ejercicio como a los ya habituales del mismo. En él contaremos como puede ser la base de tener una buena salud y como afecta el exceso del mismo y puede dilapidar nuestros progresos o incluso hacernos caer en lesiones o enfermar.

De todos es conocida la afirmación del título, ya sabemos que el ejercicio mejora a muchos niveles nuestra salud, no obstante citaremos algunos de los beneficios :  mejora del mecanismo circulatorio así como del músculo más implicado en ello, el corazón, mejora del metabolismo o forma en que digerimos los alimentos, lo cual optimiza los tiempos de absorción y conversión de alimentos en fuente de energía, quema de grasas y utilización de las mismas como fuente natural de energía, producción adecuada de hormonas que tiene innumerables funciones, desde mejorar el aspecto general físico que puede ser desde el pelo hasta la tonificación y tensado de la piel (y tono muscular), hasta los aspectos anímicos, como reducción en niveles de stress, carácter más afable y mejor aceptación de los contratiempos.

Dicho esto todo suena maravilloso acerca del ejercicio y sus bondades pero, como todo en la vida los excesos no son buenos. La cuestión es sencilla si tenemos unas pautas en cuenta, para ello pondremos algún ejemplo.

Hablamos ahora del enemigo del beneficio del ejercicio, el  SOBREENTRENAMIENTO. Generalizando y sin tener en cuenta gente que haga pruebas específicas con objetivos muy concretos, pondremos como primer ejemplo el salir a correr. Como norma, trabajar un área específica que en este caso sería en el tren muscular inferior en mayoría y el aparato circulatorio, si se ha realizado con una intensidad por poco que haya sido moderada, necesitará 48 horas de descanso al menos para estar en predisposición óptima para volver a realizar la tarea. Esto quiere decir, que el cuerpo en ese tiempo dedicará su esfuerzo a reparar o reponer tejido entrenado  y nutrir ese tejido de la energía de los alimentos, así como recuperar aptitudes cardiovasculares. Llegado el caso que no respetemos esta premisa y volvamos a entrenar de nuevo, el mismo área, lo que ocurrirá es que el cuerpo descuidará esta tarea, por lo que el beneficio del ejercicio anterior no será efectivo en la medida de sus posibilidades. No nos habrá resultado apenas útil ese entrenamiento.

Si este mal hábito se aplica al mundo del GIMNASIO, ocurre exactamente igual. Si entrenamos un grupo o área muscular, por ejemplo un lunes, hasta al menos el miércoles no debemos volver a trabajar el área entrenada. Recordad que hablamos en términos generales, se excluiría por ejemplo el caso de realizar ejercicios cardiovasculares de duración menor a 20 minutos en el total del acumulado en un entreno pues este tiempo de duración,  no se considera moderado sino leve, como explicábamos en nuestro artículo sobre el cardio.

Por razones como las descritas hemos de vigilar nuestros entrenamientos, pedidnos asesoramiento si lo necesitáis, los efectos del SOBREENTRENAMIENTO pueden ser bajada de defensas, descenso de la producción de las hormonas que necesitamos produciendo otras que no son nada positivas como el cortisol, descenso de efectividad a la hora de producirse el metabolismo de los alimentos, reduciendo su velocidad y posibilitando el almacenamiento prematuro de calorías en forma de grasa, incapacidad del cuerpo para regenerar el tono muscular y en algunos casos pérdida parcial de ese mismo tejido.

¿Quiere decir esto que no debemos entrenar a diario?  No, tan sólo que hemos de tener en cuenta  la forma correcta de llevar un plan de entrenamiento, todo buscando cuadrar nuestros objetivos con nuestros esfuerzos para que no quede nada al azar y nuestro resultado no sea en balde….

¿Estas seguro de como debes ejercitarte?

TC10, ya no estás sólo….