Todo empezó en el año 2009 a los 17 años de edad, tenía ya claro el cuerpo que me llamaba la atención y, desde ese mismo momento  cogí una pesa  y dije: “no pido que sea fácil solo que sea posible”. Quería lograrlo, soñaba con alcanzar esa meta que se sabía de más y de sobra que conseguiría en años y no en meses.

Mi alimentación era escasa, poco nutritiva y gran mayoría de alimentos industriales, la comida más abundante del día era la cena y la más pequeña el desayuno, justo lo contrario que ahora.

Comencé a realizar ejercicio por mi cuenta y en casa.  Compré algunas mancuernas y un banco para realizar algunos ejercicios. Siempre cogí grandes  pesos  a la hora de hacer ejercicios sin miedo, porque sabía que en una mujer sería muy difícil conseguir ganar musculo.  Al ser principiante y no tener ninguna experiencia  cometía los típicos errores haciendo pesas.

Me motivaba ver a chicas fitness, videos de ejercicios y sobre todo la música, nunca falto en mis entrenamientos. A parte de comenzar haciendo ejercicio en casa también bailaba “break dance” me encantaba incluso más que las pesas, mi flexibilidad, agilidad y fuerza destacaban sobre el resto, podría realizar el típico “flare” o “molino de viento” sin ningún problema o volteretas sin ninguna ayuda.

Me considero una chica un poco autodependiente, sincera y siempre me ha gustado leer y buscar información por mi propia cuenta.

Decidí apuntarme en el gimnasio en 2011 por dos motivos: uno estaba sobreentrenada, podría tirarme más de 6-7 horas al día entrenando y bailando pensando que así estaría mucho mejor. El segundo motivo era que no era capaz de coger tono muscular.

Me di cuenta de que tenía que hacer algunos cambios, tuve que dejar el baile que tanto me gustaba, era imposible coger tono muscular, entrenando tantas horas y descansando tan poco , me parecía imposible evolucionar  para lo que quería conseguir.

Otro cambio radical fue la alimentación, cambié el chip de la noche a la mañana, me desperté y dije: “Necesito nutrir mis músculos  y no alimentarme de basura”. Empecé a comprar alimentos ecológicos, nada de alimentos industriales, lo más limpios posibles, a planificarme mis comidas  y horarios, entonces mi estado de salud aumentó considerablemente.

En el año 2013 comencé a estudiar cursos de entrenadora personal , dietética y nutrición deportiva, herbodietética y homeopática.  Más tarde realicé otros de monitora de educación física y ciclo indoor y el último que estoy cursando es de entrenamiento funcional.

Actualmente con 22 años sigo con las mismas ganas y entusiasmo de seguir avanzando porque si algo te gusta de verdad no tendrá fecha de caducidad, no me cansaré tan fácilmente. También me estoy preparando físicamente para fitness, llevo más de medio año con un preparador. Dentro de unos años me gustaría competir aún no se en que modalidad, pero tengo que estar bien preparada visualmente.

Soy una persona con una fuerza de voluntad enorme capaz de hacer lo que me proponga, fiel a mi alimentación, entrenamiento y sobre todo lo que diga mí preparador. El destino ha hecho que me alejase de algunas amistades pero para conocer a otras nuevas que unan con lo mismo, el “afán de superación personal”. El trabajo puede parecer muy sacrificado, duro e intenso pero las ganas y el querer poder llegar lejos lo son más. La constancia es una de las claves para tener exito en la vida.

Mis agradecimientos van fundamentalmente a  mis amistades, a mi preparador José y a una persona que me ayuda en el día a día a cumplir mis sueños, mis metas y sobre  todo el mayor sacrificio de mi vida que va a ser el mayor logro alcanzado, por todo y mucho más gracias de corazón Mamá.

Espero que os haya gustado mi pequeña historia, si queréis un consejo os diría que escuchaseis vuestra voz interior, todos tenemos una cualidad, solo tienes que saber cuál es, asi que cambia por ti y no por lo que los demás  puedan decir o pensar, el “poder” está en tus manos y en tu mente, no dejes atrás el cuerpo que siempre has querido conseguir.

Un cordial saludo desde un rincón de Extremadura.

Laura fitness