Hola, soy Víctor, de Almería, mi historia comienza en 2007, siendo una persona de constitución muy delgada, con un peso de 65 kg aproximadamente y 1.76 de estatura.
Nunca me ha gustado el fútbol ni los típicos deportes de instituto, aunque los practicaba eventualmente. Destacaba en las pruebas de educación física que implicaban correr, como el Test de Cooper y el Course Navette, en los que siempre quedaba primero. Decidí realizar las pruebas para hacer oposiciones y estuve dos años en atletismo, en los que adquirí mucha firmeza y forma física, llegando a estar muy preparado para mi objetivo. En aquella época no seguía ningún tipo de dieta ni entrenamiento anaeróbico, por lo tanto, tenía mucha definición pero muy poco tamaño muscular. Medio año después de dejar atletismo comencé a trabajar, dejando de entrenar por completo y perdiendo toda la forma física y definición que había conseguido con mucho esfuerzo. Debo decir en mi contra, que en esa época fumaba bastante y me encantaba salir de fiesta todos los fines de semana.
Al tiempo quise empezar a cambiar mi cuerpo, me apunté al gimnasio y comencé a hacer pesas con un entrenamiento básico sin seguir una dieta y sin conocimiento sobre qué ejercicios eran mejor para mí. Pasé así alrededor de tres años acudiendo de forma intermitente al gimnasio, ya que el tiempo que pasé allí nunca vi una mejoría notable y no me sentía motivado a establecer una rutina. No sabía nada de lo que se debe hacer y ese desconocimiento me llevó a creer que mi cuerpo no tenía opción de crecer, que era cuestión de “metabolismo”. Me desanimé y lo dejé un par de meses, volviendo a la antigua costumbre de ir de vez en cuando, hasta que al final lo abandoné del todo.
En 2011, siendo totalmente escéptico, no podía creer que no fuese posible un cambio. Recurriendo a internet, descubrí fotos increíbles de personas como yo con un antes y un después que me hicieron recobrar las ganas, no sabía cómo, pero era posible y yo lo iba a conseguir.Me puse a ello. Internet es una gran fuente de información, lo malo es que hay opiniones de todo tipo y es difícil saber cuál es la acertada, dejando aparte que cada cuerpo es un mundo.
Regresé al gimnasio con el entrenamiento que conocía y fui añadiendo algunas rutinas que veía en youtube y algunas páginas más, obviando algo muy importante que aprendería más adelante: LA DIETA. Comía de todo, sin ningún control de cantidad ni de calorías durante ese año, lo cuál fue nefasto para mi aspecto pues pasé de 65 a 88 kg en un periodo de tiempo que comprende entre 2011 y 2013. Sobra decir que más del 70% era grasa, según mi criterio. Mi aspecto estaba muy lejos de ser un cuerpo de gimnasio, aunque la idea de verme tan voluminoso, habiendo sido tan escuálido durante casi toda mi vida, era muy reconfortante.
Al cabo de un tiempo, dejó de parecerme el camino adecuado, no me veía bien y cambié el rumbo de mi disciplina, o mejor dicho, aprendí a llevar por fin una disciplina correcta.
Emprendí mi buen camino el día que fui a comprar proteínas por primera a una tienda de Almería. El dueño es Jose Miguel Méndez, titulado por la IFBB, Athlete IFBB, 1º de Andalucía en 2013, 3º de España 2013 Classic BB. Poco a poco, hablando de sus logros y de su trabajo empecé a sentir una admiración absoluta por él y el mundo que le rodeaba. Planteé mi situación y en vez de ponerlo como un imposible, me enseñó a ver el camino que se debe tomar para llegar a conseguir una meta, la meta que yo me había impuesto.
Me enseñó a entrenar, a comer y todo lo necesario, la importancia de seguir una dieta estricta y controlada, la disciplina de respetar un horario de comidas, convertir la comida basura en un premio cada cierto tiempo, así como la necesidad de hacer una comida trampa o “cheatmeal” a la semana para no acostumbrar a mi cuerpo dejando así de ser igual de efectiva. He de decir que a día de hoy me he acostumbrado a llevar una dieta sana y no la cambio por nada.
Cuando hablé por primera vez con el que se convertiría en mi entrenador personal, me dio el primer y más importante consejo, bajar esos 88 kg (que en su mayoría eran grasa) hasta quedar bien definido. En ese momento no lo sabía, pero tenía por delante una larga carrera hasta perder 14 kg, aunque a mi entender me sobraban 4 o 5 kg, más tarde me daría cuenta de mi error. Para ello tuve que seguir una dieta de definición muy estricta, combinada con un buen entrenamiento y con un ritual diario de cardio, andando en la cinta. A todo esto, sumándole mi trabajo, el cual no es muy relajado, pues trabajo en una cantera al aire libre durante un mínimo de 9 horas. Es complicado, llegar cansado de trabajar y tener que irte a entrenar, pero cuando tienes una meta, nada importa. Al cabo de unas semanas me acostumbré y lo hacía con mucho agrado, pero siempre cansado, al límite.
En julio de 2014 conseguí llegar a 74 kg, con un aspecto muy definido, aunque ya iba tarde para bajar los últimos kilos que quedaban para estar completamente bien. Ahí vi el tamaño que tenía realmente, no era muy grande porque al perder la grasa acumulada me di cuenta de que mi músculo estaba poco desarrollado. Pasé el verano muy contento con los resultados de mi esfuerzo y sacrificio, preparándome mentalmente para una subida que durará unos cuantos meses, y ahí es donde estoy ahora mismo, subiendo. Llevo desde Septiembre haciendo volumen, la dieta es totalmente diferente. No por comer tanto es más divertido, adaptar el cuerpo a comer tanto después de una definición también tiene su dificultad. A día de hoy, he subido a 83 kg y sigo en ello, aspirando a coger hasta 90 kg aproximadamente para después volver a hacer una definición y recoger mi recompensa por unos durísimos meses de trabajo. Así es éste mundo, subes, bajas, subes, bajas y por el camino disfrutas de un mundo maravilloso lleno de gente que comparte tu misma pasión por un estilo de vida.
Un saludo para todos los que luchan a diario por mejorar y superarse a sí mismos.
Victor Martini