¿Estamos programados para ser deportistas?

Fue a la edad de 7 años y sin recordar muy bien las razones, que me vi en el equipo de balonmano de mi escuela, y mis recuerdos son de un niño hiperactivo el cual corría y saltaba junto con otro compañero más rápido y alto que los demás. Éramos 10 pero entre los 2 cada partido marcábamos una media de 7 u 8 goles, recuerdo que perdimos la final de la liguilla de escuelas y que lloré tanto que nadie podía consolarme, ahora me doy cuenta que mi espíritu de luchar y de ganar era innato.

A los 8 años comencé con el futbol a parte del deporte obligatorio en la escuela y ahí recuerdo muy bien las razones, fue tan simple como que el novio de mi hermana (13 años mayor que yo) y todavía su marido formó un equipo de futbol (ahora él es el director de una de las 5 mejores escuelas formadoras de Cataluña), yo ya había jugado en la  calle y me gustaba, así que empezó una larga historia con ese deporte, exactamente como con el balonmano. Los 2 de siempre éramos los más aplicados, él en defensa y yo en ataque, formamos un equipo en el que estuvimos juntos hasta los 14 años ganándolo casi todo, subiendo de categoría y jugando contra los equipos “grandes” de Cataluña. Fue a esa edad y tras una temporada en la cual marqué unos 75 goles, que mi ya cuñado me llevó a hacer las pruebas para la selección de Cataluña (ya era conocido en el mundillo), jugué con la selección Catalana y fuimos campeones de España 1984. En ese momento vino un gran club para reclutarme y ahí comenzó una aventura hasta los 18 años, selección Española sub-16 y grandes avances.

Ser profesional de un deporte

Carlos Raw 01Mi vida estaba trazada, de ese gran equipo me enviaron a las Islas Canarias y allí comencé a jugar en un equipo de 2a división el cual después subimos a 1ª división de la liga profesional, fui un jugador titular reserva, tenía la calidad de estar ahí pero no era imprescindible.

Día fatídico

Recordaré siempre cuando en un simple salto en un partido sentí un fuerte dolor lumbar en la recepción del mismo, y cuando se enfrió sentí un dolor agudo en los lumbares que me dejó paralizado unos días, me hicieron pruebas y el veredicto cayó, hernia discal y protrusión en otro disco además de una deformación genética en el sacro. Me dijeron que operándome no me daban garantías de que quedara bien y poder seguir jugando a ese nivel. De repente a los 25 años mi vida se para, si había comenzado en Cataluña 2 años de INEF pero que hacer, el mundo se me vino al suelo, no podía ni jugar al futbol en un equipo amateur, los dolores eran insoportables.

La cruz de la moneda

26 años, algo de dinero y con mi novia que lo dejamos, me sentí de repente como si no fuera nadie, esa pesada fama entre comillas, el sentirse adulado por personas, amigos, familia, todo eso desaparece o al menos yo lo sentí así. No había sido muy caprichoso, ni coches grandes, ni aires de grandeza (o eso creo), pero aun así la depresión se instala y en vez de coger el buen camino cogí “el malo”. Esas endorfinas tan magnificas que me había procurado ese tipo de vida desaparecieron y necesitaron una sustitución, y no fue la acertada. Fui a vivir a Miami, me rodeé de falsos amigos, el mundo de la noche y lo que ello conlleva al alcohol y otras sustancias no mencionables, en definitiva un descenso al infierno. En esos 2 años y medio viví también en Londres, en la isla Mauricio, engorde 22 kg y estaba completamente perdido…

Tocar fondo para renacer

Fue de repente que me dije “esto no puede continuar así”, y conocí una persona de mi vida con la cual estoy casado ahora, me fui a vivir a Francia, y con los dolores de espalda a repetición, encontré un cirujano traumatólogo que me operó (diciéndome que no sabría seguro el resultado), recuerdo que antes de dormirme por la anestesia pregunté ¿podré hacer deporte?.

La operación pasó perfectamente, me dijo que me ensancharon el canal para que el nervio ciático no estuviera oprimido y me limpiaron  algunas protrusiones L3 L4 L5. Después de unos meses de recuperación me encontré mejor y el médico me dijo que como mucho fuera a correr despacito y sobre terrenos blandos, ni una ni dos le cogí la palabra, pero se la cogí de un modo que en 1 año bajé todos los kilos de más y no solo eso, le dejé de hacer caso y empecé a prepararme para hacer triatlones.

 

Carlos Raw 04Tenía 28 años, una carrera deportiva se abría para mí, ya que aunque era medio bueno se me daba bien, entre tanto empecé a estudiar el BPJEPS en Francia para entrenador y eso con el deporte me dio la vida de nuevo. Al mismo tiempo me asocié con un amigo que ya tenía un gym  “escuela formadora de halterofilia”, y compaginaba estudios, trabajo y deporte, además me saque un máster con opción musculación y empecé hasta a jugar de nuevo al futbol. Me rompí el menisco y mis planes cambiaron, como pasaba mucho tiempo en la sala COMENCÉ la musculación en modo hipertrofia, pero pronto me di cuenta que necesitaba desafíos y pasé rápidamente a entrenos de fuerza (lo llevo en la sangre) competir. Me especialicé en powerlifting y empecé a hacer mis pinitos y desde los 30 años hasta ahora casi 44 mi vida es casi “maravillosa”, haciendo un trabajo que me gusta que es dar cursos de musculación y powerlifting, entrenar a tope, aunque mi espalda siempre será un punto delicado el cual no me permitirá ir al 100%, pero no me puedo quejar. Casado, trabajo en un deporte que me apasiona y llevo una vida sana, siempre reciclándome en las nuevas metodologías de entreno ya que la federación francesa FFHMFAC ayuda y facilita mucho eso.

 

Carlos Raw 05Encantado de haber compartido una vida de deporte con vosotros, ¡ah! y esto no acaba aquí, yo seguiré con el deporte sea cual sea al nivel que pueda o la salud me lo permita hasta el resto de mis días, aquí un relato de mi vida con el deporte que espero que pueda ayudar a alguien a decirse que aunque la vida puede ser complicada también es maravillosa y el DEPORTE en mayúsculas la hace posible al menos para MI !

 

 

Carlos Raw avatar Vida y deporte Carlos Raw

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