Siempre fui una chica que se mantuvo en movimiento, aunque mi físico decía lo contrario, por mi estatura y mi peso me veía más grande que todos los niños de mi edad y eso me acomplejaba demasiado, mi madre nos metió a clases de natación de pequeños y después en la secundaria busqué practicar un deporte pero como en la escuela que estaba no había equipos de chicas opté por entrenar con el equipo de voleybol masculino.  En la preparatoria formé parte de la primera generación de futbol americano femenino, me encantaba jugar y entre más esfuerzo se me exigiera más pasión le ponía. Para esto, ya mi cuerpo había tomado una forma diferente jeje, ya era una chica “guapa” y me mantenía delgada gracias a la gran actividad física que este deporte me exigía.

Una carrera en descenso

Luna 01

Jugando al futbol americano en el 96 en la preparatoria

Después en los estudios profesionales busqué continuar ejercitándome, así que me inscribí en el equipo de futbol de la facultad de Ingeniería donde jugué durante 5 semestres, sin embargo tuve que dejarlo para poder trabajar y estudiar al mismo tiempo, con la rutina olvidé lo que era mantener una vida deportiva, además con las nuevas amistades solíamos visitar los  lugares nocturnos de moda, así fue como empecé una carrera en descenso, al término de mi vida estudiantil ya sólo tenía tiempo para el trabajo, las fiestas y los amigos. Para esto ya empezaba a subir de peso y trataba de hacer cualquier dieta que me dijeran, recuerdo que llegué al extremo de comer sólo una lata de atún en todo el día y pensaba que así bajaría más rápido de peso, para poder aguantar el ritmo de vida nocturno, antes de ir a bailar tomaba bebidas energéticas y así podía soportar toda la noche despierta, el alcohol, el cigarrillo y otros excesos se hicieron mis compañeros.

 

Agosto 2006

Luna 02

2005 Con mi hermana en una fiesta

Nunca olvidaré ese año, mi vida estaba echa un caos total, en el refrigerador siempre había cerveza, no importaba qué día de la semana fuera , siempre había algo por qué brindar, recuerdo que un día sólo llegué a mi casa a bañarme, cambiarme e irme a trabajar en un estado totalmente alcohólico. Empecé a bajar de peso rapidísmo y yo pensaba que por fin las estrictas dietas a las que me sometía estaban dando resultado. Sin embargo algo no andaba bien, recuerdo que cada vez me sentía más cansada, comía muy poco o nada y sufría de dolores de cabeza terribles; después de una perdida de peso considerable (20 kilos en 6 meses) fui a consultar con varios médicos hasta que uno dio en el clavo:

 

Señorita, usted tiene insuficiencia renal crónica, sus riñones no funcionan y necesita un trasplante de riñon.

Sobra decir lo que pasó por mi mente en ese momento. La cara de mi madre, nunca la olvidaré.

Inmediatamente me sometí a un tratamiento de hemodiálisis que duró 1 año 8 meses y en mayo del 2008 ya estaba siendo trasplantada gracias a la donación de un riñon de una de mis hermanas.

 

Recuperar el tiempo y peso perdidos

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Enero 2008 50 Kg.

Como había perdido demasiado peso durante ese tiempo (llegué a pesar 49kg con 1.72m de estatura) estaba en un estado de desnutrición extrema, así que me dijeron: “hay que comer , come todo lo que quieras, tienes que subir de peso”, me recuperé y al cabo de un tiempo mi vida se volvía nuevamente “normal”, tanto así que ya de nuevo estaba retomando mi vida “antigua”, todo, excepto el cigarro, algo que hasta la fecha mantengo alejado de mi, pero el alcohol, las fiestas y desvelos se hacían presentes de nuevo, era como una necesidad incontrolable de sentirme feliz, aceptada de nuevo, quería recuperar el tiempo perdido (según yo). Para el 2011 ya había recuperado todo el peso perdido, incluso de más! Ya los jeans de la talla más grande que había usado hasta ese entonces me empezaban a apretar y recurría a fajas para poder usarlos, hice un alto y dije: “esto no puede seguir así, casi pierdes la vida y vas en camino de nuevo y quien sabe si regreses, pocas veces la vida te da dos oportunidades.

 

Así encontré la clases de aerobics con step, donde conocí  a mi instructora, recuerdo que veía sus piernas y decía, woow, quiero verme como ella, habían pasado 6 meses y yo solo había logrado perder 2 kilos!! Estaba muy frustrada y me sentía mal por todo el esfuerzo que ponía y no lograba ver resultado, cuando la instructora me dijo que el progreso trataba de 70% dieta y 30% ejercicio , pensé:ok, no ceno y seguro bajo por que bajo esos kilos, error!! Jajaja.

Hoy me río pero en ese tiempo era mucha mi frustración, sin embargo no me rendía, tenía que entrar en esos jeans sin la ayuda de fajas.

Cuando empecé a leer e investigar lo que significaba el 70-30 una luz apareció en mi camino, así fue como descubrí que tenía que balancear mis comidas, hacer pequeños snacks y renunciar a las bebidas alcohólicas en exceso, empecé a ver resultados!.

Luna 04

Para el 2013 ya había perdido una cantidad de peso considerable, pero no lo suficiente y yo quería seguir bajando hasta llegar a mi peso ideal, quería ser talla 9, la que usé de jovencita (pesar unos 65 kg aprox), así que puse todo mi empeño y para las vacaciones de semana santa había logrado mi objetivo, sin embargo mi cuerpo ya pedía más, el aerobics no me era suficiente y podía hacer dos horas seguidas de aeróbicos sin cansarme, le dije a mi instructora que me diera una rutina de pesas, cosa que nunca antes había hecho , pues solo se enfocaba en el aerobics, pero ella sí entrenaba con pesas , recuerdo que me dijo “pídele permiso a tu Doc y si te dice que si, espero estés preparada, por que una vez empezando no podrás dejarlo”.

Con muchas reservas y mucho cuidado me dio permiso mi doctora, empecé con mancuernas de 11/2 lbs, con la barra sin peso, y haciendo ejercicios muy ligeros, pero como bien lo dijo mi instructora, el cuerpo empezó a pedir más, paulatinamente aumentamos pesos, intensidad en las rutinas y siempre bajo supervisión médica, a finales del 2013 encontré las bandas de resistencia y las combiné con las pesas, lo único que hasta la fecha no tengo permitido es tomar proteínas en polvo ni suplementos, así que mis progresos son más lentos ya que sólo me apoyo con la alimentación que ahora es monitoreada y seguida por una nutricionista deportiva, experta en bodybuilding.

 

Mi cueLuna 05rpo ha cambiado, soy talla 7 (una talla menos que la que me había propuesto) y logré tener unos abdominales marcados, cosa que nunca antes en la vida pensé, quiero seguir progresando, cada vez me planteo objetivos diferentes y además me gusta motivar a la gente a que cambie su estilo de vida, a que sea conciente de que la salud es un tesoro que una vez perdido pocas veces lo puedes volver a recuperar, que la mejor medicina es la que previene y en este caso el ejercicio y la sana alimentación son la clave.

Ahora invierto mi tiempo y dinero en el deporte, en alimentarme bien y descansar, he aprendido que LA SALUD NO TIENE PRECIO, que cada cosa que tu hagas HOY por tu cuerpo, tarde o temprano verás su fruto (bueno o malo) y aunque mi vida es un caos, es un caos con un objetivo, con una razón. Las críticas siempre he tenido y mi familia poco me ha apoyado en esta etapa, pero por primera vez puedo decir que me siento llena, plena completa y que mientras tenga fuerzas no voy a rendirme, seguiré en este camino del cual no me pienso salir nunca.

 

Avatar Luna La salud no tiene precio May de Luna

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