Corría el año 2013 era carnaval y en ese momento conocí a un chico, un chico del cual me enamoré, por el cual hubiese dado mi vida, por el cual hubiese dado lo que fuera por estar a su lado pero por desgracia todo se torció en tan solo 3 dias. Rechazo tras rechazo, llegó el verano, yo seguía enamorada de ese chico y lo único que quería era ser la chica perfecta, tener un cuerpo perfecto, una cara perfecta, la chica con la que él desease estar.
Tal perfección me llevó a una enfermedad, si, una enfermedad o por lo menos a principios de esta enfermedad, esa a la que muchos llaman anorexia. Tenía miedo a la comida, a las calorias, a la proteina, solo quería alimentarme de verdura y si lo hacía, 1 o 2 veces al dia simplemente, me sentia culpable, solo quería correr para gastar lo “comido”. Esto me llevó a culparme de todo, muchas saben como… Llegué a perder 9 kilos en menos de 3 meses, pero ¿era grasa lo que perdía? Para nada, solo conseguí consumir mis músculos llegándome a quedar sin apenas nada, me daba pena tan solo mirarme al espejo, huía de la comida como si eso me fuese a alejar de el, de esa perfección que quería, me culpaba de todo. Aunque llevaba siempre una sonrisa en mi cara, simplemente era apariencia, llegaba a casa y me derrumbaba aun mas.
Ese verano debo decir que fue uno de los mejores, me llevaba todo el dia rodeada de grandes personas, personas que me hacian sentir algo mejor, pero ese chico también estaba incluido en mi grupo de amigos…todo un verano perdida en un intento de perfeccion y todo eso por un chico que ¿sabéis que? terminó saliendo con mi amiga, si con mi amiga.
Todo eso me llevo a creer que nunca sería la chica perfecta para el, me daba asco, me miraba y yo sola me decía ¿Qué estas haciendo? ¿En qué te estas convirtiendo? ¿Merece la pena?…Con esto me adueñé de la comida, como si de ella se tratase la misma vida, exactamente todo lo contrario, volví a coger todo los kilos perdidos pero duplicados, miraba y ya no sabia que habia pasado con esa Mila que todos conocian, yo ya tampoco me conocía, nadie sabía que había pasado con Mila, Mila estaba perdida.
2 de diciembre de 2013, me apunté a un gimnasio, aprovechando los conocimientos de mi padre en nutrición y deporte, comencé a informarme de todo lo que rodeaba este mundo, todo lo que rodeaba el fitness, comencé a cogerle un gusto a todo esto, buscaba ejercicios, comidas que me nutrirían completamente, que sì y que no. Entrenar estaba formando parte de mi día a día, pero mi corazón aun sufría, de dia era fuerte pero de noche se derrumbaba…Llegó el 23 de diciembre, ese chico del cual estaba enamorada me envió varios mensajes pidiéndome perdón por todo, sabía que esto no llevaría a nada bueno, por primera vez mi mente si iba a hacer lo correcto, borraría para siempre a ese chico,” no quiero saber nada de ti, desaparece de mi vida, no importa nada de ti,no voy a seguir sufriendo por un imbécil, te deseo lo mejor pero a metros de mi, déjame tranquila, para mi estas muerto”
Esas palabras fueron las que pusieron punto y final a este sentimiento, al día siguiente, 24 de diciembre, me metí o más bien me metieron en una clase de bike (spinning), un monitor el cual me alegro de haber conocido. Dejé todo ese malestar, deje mi voz y todo lo que sentía por esa persona en esa clase… esa seria la gota que colmaría el vaso, salí feliz como hacía mucho que no lo era, eso si, esa noche no había quien me moviese, pero me estaba encantando esa sensación de entrenar.
Semana después, acojonada, me metí en una clase denominada synergy, un circuito funcional, otro monitor al cual le doy las gracias por todo el ánimo y la confianza que me brinda, me ayuda mas de lo que cree en todo esto, ahí dije, ¡ESTO ES LO MIO!. Después de todo esto, comencé una rutina y una alimentacion muy limpia, cada vez mas fuerte, con mas ganas, un poquito mas cada dia… A dia de hoy me alegro de mi decision, de mi camino para llegar a este mundo y después de todo puedo decir que he nacido para esto, no se hasta donde llegaré, solo se que sueño con llegar alto. Así cueste lo que cueste, no hay nada mejor que el superarse día a día, sentir cada mañana que ya nada podrá contigo. Esa sensación de darlo todo, esa sensación de dar un poco mas cada día, eso es lo que me gusta. No he dejado de creer en el amor, pero ahora me cuesta pensar en volver a enamorarme, pero como dicen por ahí cuando llega esa persona, lo sientes, todo es diferente y las dudas dejan de existir.
El fitness me ha enseñado el camino de la constancia, de la disciplina. Me ha mostrado que los límites son solo mentales. Me ha cambiado la vida, me ha enseñado a esperar, a ser paciente, a vencer a mi cabeza cuando no esta de mi lado, porque la cabeza no siempre quiere hacer lo que el cuerpo debe. Me ha dado la fuerza para levantarme con una sonrisa cada mañana, me ha enseñado el sabor de la victoria, la victoria personal, de hacer cada día la mejor versión de mi persona. Recordar ese momento en el que me di cuenta que tenia la capacidad y disciplina para lograr lo que yo quería, fue cuestión de 1 sólo día para valorar todos mis esfuerzos y romper con todos los falsos paradigmas de que las mujeres no deberían tener músculos… todos pensamos diferente y lo que de verdad importa es que tu seas como deseas ser.
Todo esfuerzo tiene recompensa, a dia de hoy mi gran motivación es superarme cada día, salir de entrenar con ganas de más pero con la satisfacción de haber realizado un gran trabajo. He tenido días de bajones… Cuantas veces no he visto resultados y he tirado la toalla y aun así me levantaba, le echaba un par y entrenaba otro día más. He aguantado millones de veces: “vas a ponerte como un tío“, “estás obsesionada“, “estás loca“, “cómete esto que por un día no pasa nada“, etc.
Hoy puedo decir que no me arrepiento lo más mínimo de haber seguido mi mente, superarme y demostrar de lo que soy capaz. ¡No es obsesión es pasión! , no es vigorexia, es amar tu cuerpo y cuidarlo porque es el único que tienes desde que naces hasta que mueres. Nada verdaderamente bueno se consigue en poco tiempo y fácilmente, la vida está hecha para disfrutarla día a día.
Encuentra tu motivación, lucha siempre por tus sueños y aprende a disfrutar del camino.
Mila López