Me llamo Gis, tengo 27 años, soy entrenadora personal y monitora de fitness.
Actualmente vivo en Barcelona, pero me crié en un pueblo del centro de Catalunya. Desde bien pequeñita practicaba deporte; jugué en un equipo de básquet durante varios años y realicé atletismo. Recuerdo cuando ganaba los cross del colegio, era una competición anual en la que siempre terminaba por delante de los chicos. Correr me encantaba, y es algo que aún sigue gustándome a pesar de estar lesionada y no poder realizarlo.
Todos tenemos una época así un poco mala, o rebelde podríamos decir, durante la cual crees que todos están en tu contra y entonces decides emprender caminos distintos que no te llevan a ningún lugar. A esta época rebelde se le une un desorden alimenticio; estar días sin apenas ingerir nada o ingerir todo y después compensar. Para ser sincera es algo que permaneció en mí varios años, aunque apenas uno lo podía notar, ya que aparentemente muestras signos de persona “normal, sana” y eres una sabelotodo sobre nutrición etc.
Con 16 años estaba obsesionada con las calorías, los nutrientes, los ingredientes y un largo etc, sobre los alimentos, no era para nada bueno, me los sabía todos, pero no los utilizaba del mismo modo que ahora. Como empecé a trabajar a esa edad, tenía mi propio dinero que consumía en pastillas para adelgazar, tratamientos, alimentos “light”, lo que puede llegar a ser una ortoréxia.
Quería estar delgada, aunque gorda no era, simplemente mi constitución era de estar fuerte, debido a haber practicado deporte durante toda mi vida. Pero a veces los comentarios matan, y los familiares son los que peor te pueden sentar. Una familia obsesionada por los cuerpos esqueléticos. Por suerte pude salir de ello, cuando profundicé realmente sobre la nutrición, entonces me fui dando cuenta de lo importante que es nutrirse para estar bien.
Siempre estuve apuntada en un gimnasio, ya fuera para hacer clases dirigidas, tipo spining o bodypump, (reconozco que nunca me han gustado las clases colectivas) o para meterme en la sala de fitness. Pisé una sala de fitness con 15 años en un gym pequeñito de mi pueblo, recuerdo que iba a pasar allí la tarde, me encantaba, me sentía súper a gusto, usando las máquinas, era donde más cómoda me sentía.
A los 19 me mudé a Barcelona para estudiar Derecho, terminé dejándolo al cabo de tres años, menuda locura, la carrera casi terminada y yo voy y la dejo. Pero había algo en mí insatisfecho, entonces estuve un tiempo perdida averiguando qué quería hacer. Me apasionaba el deporte entonces ¿por qué no convertir mi pasión en profesión? Me pasaba el día leyendo artículos sobre nutrición, técnicas de entreno, running… Entonces decidí ponerme manos a la obra y formarme para ello, no iba a estar toda mi vida trabajando de camarera. Este trabajo me ha dado de comer durante muchos años y en el he aprendido muchas cosas pero no, no era lo mío, yo quería ayudar a las personas. Finalmente lo conseguí, terminé mis estudios y puedo decir que trabajo de lo que a mí me gusta, ayudando a las personas a sentir bien, a ganar seguridad y confianza en uno mismo.
Soy una obsesionada de las páginas webs y vídeos fitness de Estados Unidos, donde todas las chicas aparecen con cuerpos musculados. Por 2012 era tal mi obsesión que empecé a buscar sobre el culturismo en España, me encantaba la idea de poder competir, era algo que siempre me había rondado por la cabeza.
Me encantaban los músculos desde bien pequeña. Tenía esos músculos, pero quería llegar a más, quería marcar, así que fui viendo preparadores, pero ninguno me convencía, hasta que en 2014 topé por casualidad con una chica que me presentó a la que es actualmente mi preparadora. Entonces quise emprender un nuevo camino, competir en bodyfitness femenino, camino largo y duro, pero muy gratificante si lo vives con pasión. Lo más complicado es la dieta, entrenar es lo de menos ya que es algo que me apasiona. Pero llevar la dieta al milímetro día a día, que te entienda la gente, no saltarte ninguna comida, comer alimentos que normalmente se sirven en comida o cena para el desayuno. Días en que te falta energía pero la sacas de donde sea.
Debo decir que conté con una gran ayuda, mi preparadora Joanna Romano, ella me ayudó a cumplir un sueño, subir a una tarima, conseguir objetivos, ver como mi cuerpo mutaba por horas. Hicimos una preparación de más de 8 meses, con muchos altibajos de por medio, pero puedo decir que estuve súper orgullosa de mis resultados, quedé cuarta en el campeonato Promesas de Catalunya, con chicas al lado que ya llevaban varias competiciones atrás.
Este mundo me ha llevado a ser una persona más responsable y organizada. No imagino el no despertar a las 5:30 sin que apenas suene el despertador, preparar mi desayuno, mis siguientes comidas del día, 6 precisamente, el realizar cardio en ayunas en épocas de bajada. El tener una energía en el cuerpo solo por saber que estás haciendo las cosas bien, por ver tus cambios, tus resultados.
Lo más importante es hacer las cosas guiado por tu corazón, no dejar que nada ni nadie influya en tu camino. Las personas tendemos a juzgar y criticar a todo aquello que es diferente a nosotros, así que no pretendas que nadie entienda tu modo de vivir a no ser que se dediquen a ello o estén acostumbrados a verlo. Haz lo que creas oportuno para ti y tu felicidad.
No he obtenido aún ningún título, pero por el momento trabajo en mejorar mi físico, no solo para sentirme bien estéticamente, si no también mentalmente, ya que es un factor súper importante, y para cuando me vea preparada entonces emprenderemos un nuevo camino mi preparadora y yo, aunque creo será en breve.
Gracias por leerme, espero os sirva mi relato.