Mi breve e intensa temporada de competición en la Halterofilia

Os quiero contar, de primera mano, qué es lo que me motiva a entrenar, a competir y qué se siente. A algunos os sonará, a otros le sonará raro y tal vez para ti te sea indiferente, pero sigue leyendo para que puedas valorar así el trabajo de aquel niño/a que llora porque ha fallado o de aquella mujer u hombre, que a pesar de llevar años entregados a su deporte, ese día falla.

Como ya conté en otro artículo, yo empecé a entrenar y a meterme en competiciones desde pequeña, sé qué es entrenar y qué es competir, pero esto que siento con la halterofilia es diferente.Veréis, os pongo un poco en situación: en esta competición solo se compite con dos movimientos, la arrancada y dos tiempos. En cada movimiento 3 intentos donde, normalmente, en cada intento van añadiendo peso a la barra. Te la juegas todo en cada levantamiento, o es válido o es nulo, y exige de  ti, tu 100%.

Siempre tuve entrenadores, pero la confianza que le tengo a mi actual entrenador es superior. ¡Sus palabras son claves! Yo sólo me dedico a entrenar, es mi trabajo y en mí, se ve realizado el trabajo de mi entrenador. El día a día hace que se cree un vínculo de amistad y confianza, que a la hora de enfrentarte en una competición a esos kilos en la tarima, hacen que vayas relajada, sólo pensando en realizar bien el movimiento y hacerlo “válido”. Él es quien me pone los pesos, quien está conmigo en la zona de calentamiento, quién está pendiente de mí y de todo lo que necesito, y el que me da las últimas indicaciones y palabras de aliento y confianza que me obligan a no fallarle.

Este es mi primer año como competidora en esta modalidad, sólo 4 meses que dieron para 3 competiciones. Una de liga de clubes, un campeonato absoluto de Andalucía (donde quedé 3ª de mi categoría) y esta última, realizada el 12 de julio de 2014, la liga de clubes. Me llevo sensaciones buenísimas, experiencias para repetir y otras para mejorar, bueno, la verdad es que soy bastante ambiciosa, de modo que mejoraremos esas experiencias e increíblemente, me sirvió para ponerme a prueba en cada encuentro y así conocerme aún más. En este año que corre, ya finalizó la temporada para mí, con suerte aún queda alguna para cerrar el año, a finales de este y digo con suerte, porque me quedé con un sabor agridulce. Fallé levantamientos que no debería de haber fallado y haber apostado mucho más a la hora de levantar los kilos. Por otro lado, me superé en kilos en comparación con las anteriores competiciones y eso me alienta y motiva.

Tendréis noticias de mí, porque 2015 está cargado de encuentros y ya le llevo una ventaja de 4 meses. ¡Todo es actitud! Las aptitudes se pueden modificar.

¡Un cordial saludo amigos! ¡Mucho hierro!