Hola a todos los amig@s y seguidores de tenuncuerpo10.com mi nombre es Leyri Blanco Etxebarria y soy competidora de Bikini Fitness IFBB. Cuando desde Ten un cuerpo 10 me contactaron e invitaron a que contase mi historia, pensé que sería una entrevista tipo preguntas y respuestas, entonces decidí visitar la página y en concreto la sección dedicada al Bikini Fitness y allí, estaban las historias de muchas de mis compañeras de tarima, con las que he coincidido en más o menos ocasiones y de las cuales, no sabía absolutamente nada. Esto es lo que nos pasa a menudo a todos, podemos recordar el físico, en mi caso, el bikini o los zapatos, pero no sabemos nada de la historia ni del camino más o menos abrupto que ha recorrido esa persona para llegar hasta hoy. ¿Qué les ha motivado? ¿Cómo empezaron? Sus buenos momentos y los no tan buenos de este recorrido. Al leerlas a ellas, incluso me he emocionado e identificado en algunos casos y motivado con ellas. Hoy me toca contaros la mía y quiero empezar por el principio del todo.
Soy nacida en La Habana, Cuba y allí, el deporte o las artes, en cualquiera de sus facetas, es una asignatura más. A los 5
años de edad llegaron al colegio unas seleccionadoras para gimnasia rítmica, a pesar de ser muy pequeña y de que esto hace ya algunos años, lo recuerdo como si fuese hoy, nos pusieron a todas las niñas en fila y nos fueron haciendo pruebas de elasticidad una por una. Jamás había probado hacer un spagat o el pino puente ni nada similar, sin embargo, en cuanto me tocó, lo hice todo como si lo hubiese estado practicando toda mi vida. Finalmente me seleccionaron para el equipo de gimnasia. No estuve mucho tiempo, aunque sí el suficiente para probar a caerme del burro al saltar y a llorar de tanto que me estiraban los ligamentos. Igualmente, una bonita experiencia que no olvidaré.
La verdad es que después estuve probando con el voleibol, pero seamos serios, siempre he sido la más pequeña de la fila y ¡¡¡Dios mío!!! por más que saltaba no pasaba ni a la compañera que tenía delante. Intenté hacer mis pinitos en atletismo pero nada, así que dije, uff ¡¡lo mío no es el deporte!! Cuando cumplí los 8 años estaban haciendo unas pruebas para entrar en un grupo de Danza llamado “Las chicas del 2000” y casi por casualidad me colé en la audición. Acababa de pasar una hepatitis viral en la que estuve 6 meses de reposo en la cama y aunque siempre he sido de constitución muy delgada, esos meses habían dejado huella y tenía unos kilos de más, no obstante, como siempre le echado mucho morro a la vida, hice las pruebas y empecé en lo que se convirtió mi primera gran pasión: el baile. Pase por muchas fases, grupos y estilos de danza, desde el ballet clásico, danzas folclóricas de mi país y finalmente acabé en el Ballet Español de La Habana, donde aprendí flamenco, muñeiras, jotas aragonesas, paso-dobles y un millón de estilos más. Para entonces ya estaba en plena adolescencia y aunque si que fui un poco rebelde, la disciplina y dedicación a la que llevaba acostumbrada de muchos años me hizo ser más responsable y consciente de cada paso que daba. Por entonces gozaba de un buen estado físico por el ejercicio y alimentación que llevaba.
A los 18 años me vine con mi hermana a España, concretamente, al País Vasco donde encontré mi segundo hogar. Al principio solo trabajaba, dormía, estudiaba y repetía este ciclo una y otra vez. No hacía nada de ejercicio y cambiaron mis hábitos alimenticios totalmente. En solo 3 meses subí 12 kilos y a pesar de que no estaba mal, yo no me encontraba a gusto con mi nuevo aspecto, pero creía, en aquel entonces, que no tenía tiempo de preocuparme de ello en ese momento. Con 23 años tuve a mi hijo y en el embarazo me hice con casi 30kg. ¡¡Os podéis imaginar!! Mido 1,51, era más fácil saltarme que darme la vuelta. Pasé de una talla 36 – 38 a una 42 en 8 meses. Recuerdo que después de dar a luz y creyendo que había perdido peso fui de compras y pedí una talla 38, la dependienta con ojos de plato me dijo con la boca pequeña – creo que no es la talla que llevas, yo probaría con alguna más. Obviamente me intenté embutir en la 38, siendo una misión imposible, ya que los pantalones no me subían de las rodillas. Iba con la intención de llevarme varias cosas y al comprobar que la talla que me valía era la 42 solo me llevé un pantalón y un jersey y recuerdo que me dije a mi misma. ¡¡Hasta que no vuelva a mi talla no pienso comprar nada da más!!
Hasta ese momento no me había dado cuenta de la gravedad del asunto y de los kilos con los que me había quedado aun perdiendo 7 de ellos en el parto. Empecé por mi cuenta a cuidar lo que comía, todo lo típico, nada de azúcar, ni comida basura, ni fritos. No llevaba ninguna dieta ni plan estricto, simplemente comía 3 veces al día pero todo lo limpio que podía. A los dos años había recuperado mi peso normal, pero obviamente estaba blanda, con flacidez en algunas zonas y entonces no lo comprendía, porque yo creía que con eso era suficiente. En el intento de verme cada vez más delgada iba reduciendo la comida hasta límites insospechados. Para cuando me di cuenta pesaba 38 kilos y seguía sin verme bien en el espejo, porque ojo, solo era huesos y piel.
Por aquel entonces conocí a mi actual pareja, quien remaba y competía. Sabía mucho de como se debía llevar una buena alimentación e iba al gimnasio todos los días. Aunque al principio yo renegaba bastante de apuntarme al gimnasio; en 2011 decidí que quería dejar de fumar y pensé, claro, si dejo de fumar, cogeré otra vez mil kilos y entonces animada por mi chico, que ya me había insistido varias veces en que probase, me apunté al Gym. Empecé con clases dirigidas de todo tipo. Al principio 2 veces por semana, luego 3 y para cuando me di cuenta iba de Lunes a Viernes y llegaba hacer hasta 3 clases diarias. Fue entonces cuando vi que mi cuerpo respondía bien al ejercicio y me sentía cada vez mejor, más segura de mi misma y mucho más activa.
Llevaba ya un año con esta rutina, donde compaginaba el trabajo, la casa, atender a mi hijo y oye, tenía tiempo de ir a entrenar y me sentía muy a gusto con mi nueva vida. Poco a poco me iba empapando cada vez más en todo lo relacionado con el mundo fitness, leía las revistas, veía las dietas y los entrenos de conocidas atletas, me fijaba en sus cuerpos y sus formas. Estaba totalmente decidida a trabajar para conseguir al menos algo parecido.
Entonces fue cuando mi pareja Andoni Zabalbeaskoa, me llevó al Open Nacional Musclepower que se celebra cada año en Donosti, San Sebastián y allí vi por primera vez la categoría Bikini Fitness. Sus cuerpos esbeltos y tonificados, las poses, el paseo en T, todo lo que veía me gustaba y recuerdo que le dije – cariño, ¡¡el año que viene tengo que estar aquí!! Salí tan decidida y motivada que en cuanto volví a Bilbao, empecé a trabajar con el objetivo de convertirme en una Bikini Fitness.
Y aquí empezó mi recorrido por la competición en esta preciosa categoría. Cuando cogí por primera vez una barra de 6 kilos para hacer bíceps a la 3ª repetición me eché a llorar, literal, lloré, porque yo quería, pero no podía. Sin embargo, solo tenía una cosa en mente y era a donde quería llegar. La primera persona con la que empecé a prepararme fue Luis Ramón Villacorta, había sido preparador de mi pareja y un entendido del culturismo “old school”. Con él aprendí a entrenar cada uno de los músculos de mi cuerpo, como aislarlos, sentirlos, e hizo que descubriera mi segunda gran pasión, las pesas.
Aprendí a que las pesas no te ponen masculina, sino que te ayudan a construir masa muscular y que con ella podía moldear mi cuerpo para poder conseguir mi objetivo. No tengo vidas ni palabras para agradecerle todo lo que hizo por mí, y lo que sigue haciendo, porque, aunque hoy en día no es mi preparador, aun sigue desbloqueando mis vertebras, estirando mis músculos y ayudándome en los entrenos. Con él y la ayuda de Blanca Jurado, quien me enseñó a posar y también metió horas conmigo en todo lo referente a la competición; llegué a mi primer campeonato. Nada más y nada menos que Campeonato de España en Sevilla en 2013.
Si si, quería ir a por todas y así lo hice. He de decir al respecto, que aprender a comer 5 o 6 veces al día, muchas veces sin hidrato o con muy poco y manteniendo mi ritmo de vida, había momentos en los que no estaba segura de que llegaría hasta el final. Pero créanme cuando os digo que ¡¡cuando de verdad se quiere, se puede!! La experiencia fue increíble, de repente estaba allí, en la tarima, con chicas que había visto en las revistas, había llegado y sí, me sentí orgullosa de mí y del el trabajo realizado. Aunque al principio me frustró el resultado, que claro ahora después de todo y pensándolo, ¡¡estaba loca!! Quedé en mi primera competición 4ª de España en mi categoría. ¿Sabéis cuantas chicas que llevaban compitiendo más años que yo y entrenando y preparándose, se quedaron en el camino o ni siquiera entraron en la final? A 3 puestos de la mismísima María Paulette. Que os puedo decir, ahí acababa la temporada y yo en lo único que pensaba era en repetir. Ya no recordaba el hambre, los malos momentos ni el cansancio. Bastaron unas horas para que todo el sacrificio y el esfuerzo de un año y medio mereciese más que la pena.
Volví con muchísima motivación y ganas de mejorar y poder repetir esta increíble experiencia y así fue. Fueron bastante duros los entrenos y la dieta para preparar la primera temporada del 2014, pero yo estaba tan ilusionada que no me importaba, solo visualizaba una mejor versión de mi misma que mostrar. Entonces llegó el Campeonato vasco-navarro y el del Norte de España, que se celebraban el mismo fin de semana, en Bilbao, mi casa.
Yo estaba satisfecha con el trabajo que había conseguido durante esos meses de la mano de quien fue mi segundo mentor. Trabajé duro durante los meses de invierno y en primavera, como una flor, estaba preparada para subir una vez más a la tarima y mostrar lo mejor de mí. Ya no era nuevo el olor a tinte ni los backstage repletos de atletas, pero seguí teniendo los mismos nervios y sensaciones de la primera vez. Un millón de sentimientos son los que se experimentan en ese preciso momento que estas esperando a salir. Satisfacción, nervios, emoción, expectativas y mucha, muchísima ilusión. Y allí estaba, era mi momento de disfrutar del trabajo realizado, el esfuerzo, los madrugones del cardio y de las horas de entreno, ese era el preciso momento donde todo confluía para disfrutar de la competición al máximo.Pisé fuerte la tarima y para cuando me di cuenta estaba dentro de las tres primeras y finalmente saliendo victoriosa. ¡¡¡No me lo podía creer!!! No sabía si llorar, reír o saltar. Tenía tan acelerado el corazón que creía que se me iba a salir del pecho e iba a dejar de respirar.
No obstante, aunque había cumplido mi objetivo con creces, al día siguiente me quedaba un desafió más peliagudo. Campeonato del Norte de España. Salimos en tres categorías, talla baja, alta y máster. Imaginaros si el día anterior estaba nerviosa, ese día estaba aun peor. No solo competía con unas chicas preciosas e increíbles, sino que tenía que superarme a mí misma. Entonces, justo antes de salir, mi chico me miro a los ojos y me dijo…tranquila, se tu, disfruta como sabes hacerlo, ya has cumplido y me siento muy orgulloso de ti. Con esas preciosas palabras, salí una vez más al escenario, es tan importante que las personas que te rodean te apoyen en todo momento… sobre todo si es tu pareja, me siento muy afortunada por ello. Me tranquilicé y no esperaba nada, simplemente disfruté de lo que tanto me gusta. No me voy a dilatar, quedé primera clasificada en mi talla y en el overall Campeona Absoluta del Norte de España. No cabía más alegría en mi pecho, no podía ser más feliz y no había mayor satisfacción para mí. ¿Que más podía pedir? Ahora era yo la que salía en las revistas que leía y sinceramente, hoy es el día que cuando voy a comprarlas, (el estanquero que ya me conoce, me dice: – Leyri, ¡¡eres una luchadora!!); todavía no me creo que esté en ellas.
Esa primera temporada del 2014 culminó con otros muchos éxitos, Campeona del I Open del Bierzo, 5ª clasificada en el Open Nacional Musclepower, al que, como había dicho, me presenté ese año, además en una dura lucha con las mejores atletas del panorama español del 2014. Paula Escalón, María Paulette, Celia Morón y la bellísima Jennifer Rocío. Culminando con un 3er puesto en la Copa Nacional de España.
Toda la dedicación y la ilusión que había puesto cada día, en cada entreno, comida, clases de possing se vieron reflejadas en esos meses. Más allá de los buenos resultados me llevaba conmigo increíbles momentos y vivencias, porque no olvidemos, además de la competición en su estado puro, hay un montón de experiencias alrededor de la misma, el camino recorrido, la gente con la que compartes y que hace y comparte la misma afición, todo esto, forma parte del verdadero concepto de este deporte. Recordemos que aquí, no gana el que llega más rápido, el que mete más goles o el que más salta. Aquí ganamos todos, porque logramos llegar en el mejor estado físico que en cada momento logramos conseguir.
Desde entonces y hasta el día de hoy sigo compitiendo y cada vez que lo hago es totalmente diferente a la anterior en todos los sentidos. Si es cierto que he pasado por momentos malos, bajones, falta de ilusión y motivación y cuando estaba en ese punto, donde vas a tirar la toalla, apareció como digo yo “la motivación”. Mi actual preparador, que más que preparador es un amigo y un hermano, Víctor Moral Maldonado, quien me recordó por qué hacía esto y que era lo que me gustaba del fitness y de mi estilo de vida. Quien sin reparos me ayudó a volver a tener fe en mi misma y a disfrutar de este deporte que tanto amo. De su mano, he conseguido mi mejor resultado, que es esa preciada medalla de bronce del Olympia Spain del 2015. Esta medalla no solo implica un muy buen resultado, sino que abarca todo el trabajo, dedicación día a día y el empeño de él en que volviese a luchar por mis sueños. Esto no se puede agradecer con palabras, puesto que solo alguien con un corazón noble puede conseguir devolverle la ilusión y la motivación a una persona que se ha dado por vencida. Muchos buenos resultados he obtenido desde entonces, puesto que he vuelto a confiar en mí y a tener seguridad y pasión por lo que hago. Os enumeraría mi palmarés, pero creo que es de dominio público y hoy estamos aquí, no para decir lo que he ganado sino para transmitiros mi experiencia y haceros saber que ¡¡querer es poder!!
Si os proponéis algo y ponéis todo vuestro empeño y vuestro corazón, antes o después lo acabaréis consiguiendo.
El fitness, más que un deporte, es un estilo y una filosofía de vida que llevamos en la sangre y que nos apasiona. Querernos a nosotros mismos, tanto por dentro, como por fuera, nos ayuda a saber querer también a los demás y a estar a gusto con nosotros mismos y así ser mejores personas y atletas. El fitness, nos hace llevar una buena alimentación y una vida saludable y activa.
Para mí, el mayor premio que he recibido y recibo, es poder ser ejemplo de superación o inspiración para todas aquellas personas que a diario me escriben, a las que motivo y a quien se decide a luchar por sus sueños como yo lo hice y seguiré haciendo con los míos.
Gracias, muchísimas gracias a todas y cada una de las personas que a lo largo de este camino, han aportado su granito de arena, me han apoyado y animado a seguir adelante, a mi amor Andoni, por su apoyo incondicional, a mi familia por estar siempre ahí, a mis buenas amigas por acompañarme en cada momento buenos, malos y regulares y por vuestra comprensión.
Por supuesto también quiero dar las gracias a mis patrocinadores Diet Premium Burger y FullGas Nutrution por confiar en mí como imagen para sus prestigiosas marcas. Desde luego no puedo estar más agradecida con todas y cada una de las personas que día a día están presentes en mi vida, me ayudan y respetan mi dedicación a este deporte. Y por supuesto gracias a Ten un cuerpo 10 por darme la oportunidad de estar hoy, contando mi historia.
Bueno has borrado mi comentario, pero lo vuelvo a dejar aquí: Hablas de erotismo, cuando el 99% de los hombres no te encuentra atractiva con ese cuerpo. Sólo los que están el el rollo de polvos+pinchazos+narcisismo. El problema que vemos es que hablas de tu estilo de vida con orgullo cuando la realidad es otra. Es como el anuncio de “tu lo ves así pero en realidad no es como tú lo ves”. Supongo que más de una persona te habrá dicho que esto no es ser deportista ya que no es saludable, y la química menos. Pero bueno que sabremos nosotros ¿verdad? Sigue viviendo a tope y todo eso, y duerme bien por las noches.
Estimado “infusiones” , realmente no sabemos si tienes algún tipo de problema personal con Leyri o la gente que practica fitness. Leyri no tiene nada que ver con los comentarios que aquí se borran. Admitimos todo tipo de opiniones mientras que sean eso, opiniones, cuando se emplean insultos o palabras malsonantes borramos los comentarios puesto que admitimos el debate, no las descalificaciones, Leyri ni siquiera se enterará de lo que pones aquí así que te responderemos nosotros. Hablas de unos porcentajes que no sabemos en que estudio están basados, 99% ? . Hablas de gente del rollo polvos, pinchazos y narcisismo. Piensas eso de la gente que se cuida? . Creemos que generalizas bastante a la ligera y además hablas desde la ignorancia claramente ya que estás dejando por los suelos a muchos profesionales del sector y personas que llevan un estilo de vida sano, nada que ver con eso que dices. En cuanto a la persona de la que hablas entendemos que tienes algún tipo de problema personal con ella, porque hablar y juzgar con esa agresividad no se entiende de otra forma. Un saludo
Estimado becario de tenuncuerpo10: en tu vano intento de desprestigiar mi opinión, y la de la mayoría del mundo, has caído en el graso error de contradecirte. Lo primero es que yo no tengo ningún problema con esta pobre chica, lo tengo contra las mentiras. Has dicho que soy un ignorante al hablar de polvos, inyecciones y química. Te he llamado becario porque parece que ignoras u ocultas que todo el mundo que se dedica al culturismo, culto al cuerpo o ganar volumen o definición a un nivel profesional, tiene periodos o ciclos con los que conseguir el cuerpo deseado. Esos ciclos están llenos de química. Llámale polvos, inyecciones, hormonas etc.
Bueno a lo que voy: cuando una persona dice que está contenta con su cuerpo, es digno de admirar, pero cuando dice que está sana con toda la mierda que se mete o una de dos: o no es muy lista o miente de cojones.
Entiendo que al ser becario tienes órdenes para tapar este tipo de cosas, pero subestimas los conocimientos de la gente. Dices que desprestigio a los profesionales que se dedican a esto. Bueno pues da la casualidad de que conozco a unos cuantos gracias a mí trabajo, y ninguno te dirá que lo que hace es sano. Todos saben las secuelas pero tienen un objetivo. Lo que yo no aguanto son las mentiras, y mucho menos que me mientan a la cara e intenten desprestigiar una opinión con falsedades “quedabien”. Eso déjalo para los políticos.
Por cierto, tener un cuerpo 10 es estar sano por dentro, con lo cual en el exterior se verá reflejado. Tener un dominio con “tenuncuerpo10” y no saberlo denota tener una inteligencia digna de mujeres hombres y viceversa.
Por último un consejo: ten opinión propia y no inventes tonterías cuando alguien te saca los colores.
Un saludo.
Realmente no hace falta desprestigiarte ni a ti ni tus opiniones, lo haces tu solo mejor que nadie. No se puede debatir con quien no escucha ni lee. Saludos
Me parece que cuando mientes a la gente, y te pillan, poco debate puede haber. Ha sido un placer.
Un saludo y suerte con esta página tan seria.
cuerpo 10? Encima de tener un cuerpo “así” comerá de puta madre no? Nada de pastillas ni polvos. Qué envidia de vida joder.