Mi nombre es Ana Albaladejo Gómez, tengo 34 años y soy madre de dos niñas: Paula, de 8 años y Natalia, de 5. Soy empresaria, dirijo una clínica de Medicina y cirugía estética en Madrid (BeMeditec) y desde hace menos de un año compito como atleta IFBB en la modalidad de bikini fitness. Mi vida no tiene absolutamente nada que ver con el mundo del fitness, de hecho me cuesta horrores sacar tiempo para poder entrenar y preparar mis comidas cada día. Tener un negocio propio exige mucho tiempo y dedicación, al igual que ser madre, que sin duda es la prioridad de mi vida.
Probablemente os preguntaréis cómo es que a una madre y empresaria completamente ajena a este mundo le ha dado por competir en fitness… Pues bien, os voy a contar cómo empezó todo, casi sin darme cuenta…
Un año después de tener a mi segunda hija, Natalia, había cogido peso y no me sentía a gusto con mi cuerpo, así que una amiga me convenció para que me apuntara con ella al gimnasio y decidí probar. En mi primer año allí sólo hacía clases colectivas (hasta dos seguidas al día) y cardio, mucho cardio… A la zona de pesas sólo me acercaba de paso y por supuesto ni oír hablar de dieta… Eso me sirvió para quitarme esos kilos tan molestos, pero poco más…
Fue en mi tercer año en el gimnasio cuando decidí contratar un entrenador personal y en ese momento se cruzó en mi camino Jesús Gallego Martín, el auténtico responsable de TODO. En una primera toma de contacto, Jesús me preguntó qué es lo que hacía en el gimnasio. Él lleva toda la vida dedicado a esto y sabía perfectamente que no había cogido una pesa en mi vida. Empezó poco a poco introduciéndome en la sala de pesas e instruyéndome en el entrenamiento de fuerza, así como en la dieta. Nunca creí que fuera capaz de llevar una alimentación de manera ordenada… Recuerdo que le decía que estaba loco si creía que iba a pesar la comida… ¡DESDE LUEGO, QUIEN ME HA VISTO Y QUIEN ME VE!
En cuanto empecé a hacer las cosas bien, mi cuerpo fue cambiando muy rápido. Jesús consiguió que poco a poco y casi sin darme cuenta fuera entrenando cada vez más duro y de manera regular… La dieta ya no era un problema, él me lo ponía fácil; recuerdo que me decía, “qué te gusta comer, vamos a hacerlo fácil, a la gente hay que darle cosas que le gusten y enseñarles a racionarlas y combinarlas de manera correcta”. Esa filosofía es la que sigo a día a hoy, realizo una dieta que me resulte llevadera, variada, con alimentos sanos, pero encuadrados dentro de un marco de una dieta ligeramente hipocalórica cuando se acerca la competición y más calórica fuera de temporada, cuando el objetivo es mejorar e incrementar la masa muscular y la condición en general.
Retomando mi historia, recuerdo que empezaba la temporada de las competiciones de otoño (yo no sabía nada de este mundo) y Jesús llevaba como preparador a varios competidores de distintas categorías.
Ahí empecé a interesarme un poco más por el fitness a nivel competición y un día le acompañé a un campeonato. Era la primera vez que veía a esas chicas posando, mostrando el trabajo realizado. Jesús me explicó que tenía todas las cualidades necesarias para poder destacar allí, pero que no iba a ser fácil, había que entrenar más duro y hacer la dieta más estricta. Él fue el único que lo vio claro desde el principio, sabía que no se iba a equivocar y me propuso el reto. Aunque al principio me mostré reticente al respecto, mi respuesta ya la conocéis.
Fijamos un objetivo, una temporada, saldríamos en Octubre, a la vuelta de mis vacaciones. Quedaban 6 semanas para la primera competición de la temporada y venía de estar un mes sin entrenar prácticamente nada y comiendo todo lo que me apetecía. Parecía una locura y nadie apostaba por mí, era muy poco tiempo, pero Jesús me conocía y sabía que necesitaba tener una meta a corto plazo para encontrar la motivación necesaria para hacer las cosas bien. Establecimos un horario de entrenamiento bastante sacrificado, pero con mi falta de tiempo y la de Jesús, era la única manera posible.
Entrenaríamos todos los días a las 7 de la mañana, sin excusas, además de ejercicio aeróbico que haría después de entrenar o por la noche. La dieta cambió y se volvió más restrictiva de cara a las competiciones, de hecho a día de hoy es lo que peor llevo, pues los fines de semana solemos salir a comer o cenar fuera con familia y amigos, así que tuve que aprender a comer bien fuera de casa sin necesidad de llevarme el tupper a cuestas todos los días. Siempre hay opciones saludables que puedes pedir, no hay necesidad de ser un bicho raro.
Respeto todas las opiniones, pero no me identifico con aquellas personas que dejan de vivir cuando se preparan para competir, en mi caso adapto la preparación a la vida real. Atiendo mis obligaciones como madre que son lo primero, sacrifico un entrenamiento o una comida o lo que sea necesario si ello implica dejar de ser persona. No vivo de esto, me lo tomo como una motivación que me hace llevar una vida más ordenada y me aporta mucho, no me quita nada. Se pasa mal en algunos momentos eso nadie lo discute, pero en el fondo es una sensación reconfortante el hecho de saber que eres capaz de superar un reto que te has propuesto y ante el que nadie, ni tú misma, daría un duro por ti.
Nadie dijo que fuera fácil, pero mereció la pena. Llegó el día y Jesús decidió que estaba lista, saldría al Campeonato Quamtrax, un Open (yo ni siquiera sabía lo que era un open) en el que competimos chicas de todas las tallas y edades. Recuerdo perfectamente cómo viví aquellos instantes previos a subirme a una tarima por primera vez… Era una mezcla de nervios e inseguridad. Hacía sólo un par de meses me hubiera parecido impensable plantearme algo así, de hecho era un mundo que ni conocía ni me atraía para nada… Y ahí estaba yo, con mi bikini y mi tinte dispuesta a mostrar el trabajo realizado y darlo todo… Cuando me proclamé subcampeona todos nos llenamos de alegría. Al final iba a tener razón Jesús y esto no se iba a dar del todo mal. Él siempre lo vio claro y nunca dudó, nunca, y yo fui la primera que no se lo puso fácil.
Con el campeonato de Quamtrax empezamos la temporada y continuamos con el Campeonato de Madrid sólo dos semanas más tarde. Guardo un precioso recuerdo de ese día, con toda mi familia y amigos viéndome y apoyándome. Esa tarde-noche (digo noche porque terminamos de competir cerca de las doce) me proclamé campeona de Madrid en mi talla e instantes más tarde campeona absoluta entre todas las campeonas y subcampeonas de cada talla.
Acto seguido se celebraba el Open Fidel Montero, en que participé de manera directa por haber ganado el campeonato de Madrid. Me encontraba realmente agotada después de tantas horas de competición, pero salí y di lo mejor de mí. Fueron diciendo los puestos… Qué nervios, esa sensación es única, imposible de describir con palabras… Volví a proclamarme campeona ante las mejores atletas bikini de mi comunidad. Fue una Inmensa alegría para todos.
Ya con el objetivo de la temporada cumplido con creces, decidimos ir al Campeonato de España como cierre de la temporada. Estas semanas de preparación por motivos personales fueron muy duras… Resulta difícil compaginar todo y en ocasiones las fuerzas flaquean y sientes que no llegas. A pesar de todos los contratiempos salimos en el Campeonato de España obteniendo un 4º puesto y llevándome una bonita experiencia de competir a nivel nacional con excelentes atletas. Con este campeonato pusimos el broche final a mi primera temporada como atleta IFBB.
Y como no podía ser de otra manera, decidimos preparamos para la siguiente temporada. Preparación aún más difícil que la anterior, pero con constancia y disciplina lo hemos sacado adelante. Ojalá tuviera más tiempo para poder entrenar con calma, pero mi vida es una locura, entre las niñas y mi negocio apenas tengo una hora escasa para entrenar y he de admitir que las fuerzas me han flaqueado en el camino, pero gracias a mi preparador no he abandonado.
Jesús me ha apoyado siempre y ha sabido cómo manejar las situaciones más complicadas, además de entrenador es un coach emocional como yo le digo, tiene que aguantar todos mis bajones y quejas… y creerme cuando os digo que son muchos, pues no siempre encuentras la fuerza ni la motivación necesarias para seguir y si no hubiese tenido sus palabras en esos momentos no habría llegado hasta aquí. Lo fácil es abandonar, encontrar un motivo por el que pensar que tanto esfuerzo y sacrificio no merece la pena y dejar el camino a medias. Por ese motivo considero vital la figura de un buen preparador que sepa reconducir el proceso cuando la vida nos lo complica… Esa es una de las claves del éxito de todo deportista que se precie.
Esta temporada decidimos arrancar en la preselección para el Campeonato de Europa, donde coincidimos con las mejores atletas de España… Un nivel altísimo, feliz de compartir tarima con ellas, pero no era mi momento y no fui seleccionada, aunque me consta que estuve muy cerca… Aunque satisfechos con el físico presentado, mejorado respecto al de la temporada pasada, aquel día nos dimos cuenta de que aun nos quedaba mucho camino por recorrer para ganarnos por méritos propios el derecho a participar en un evento de nivel internacional.
El siguiente reto fue la Copa Verónica Gallego, un campeonato muy bien organizado en el que disfrutamos muchísimo, quedando subcampeona en mi talla. Aun nos quedaba una última parada para cerrar la temporada, la Copa de España, un campeonato que nos hacía mucha ilusión, así que pegamos el último apretón y afrontamos este último reto cargados de ilusión. Esta no ha sido una competición más, era la primera vez que competía en la categoría bikini master y la última competición de mi segunda temporada… Volví a saborear lo que era una victoria, proclamándome campeona de la Copa de España, mi primer campeonato de nivel nacional. No podíamos haber tenido un mejor cierre de temporada la verdad, nos sentimos muy orgullosos de este triunfo, pues ha sido muy sufrido.
Para finalizar esta entrevista, quisiera agradecer a mis patrocinadores, Fullgas Sport Nutrition y Uniq Healthy Lifestyle, el haber confiado en mí desde el principio y hacerme mi preparación mucho más fácil y llevadera. A Ten un cuerpo 10 la oportunidad que me ha brindado para que me conozcáis un poco más y poder compartir con vosotros mi historia. Dar las gracias también a todas esas personas que han estado a mi lado apoyándome, pues ha habido otras muchas que no han compartido mi decisión y es aquí cuando te das cuenta de quiénes te quieren de verdad. A mi familia, que para ellos, al igual que para mí, todo esto era nuevo y se mostraron al principio bastante escépticos, como supongo que le pasará a la mayoría, “a ver si te vas a poner demasiado fuerte, masculina”, “que no se te vaya de las manos”, “qué necesidad tienes tu de hacer esto con todo lo que ya tienes encima… “, pero siempre han estado a mi lado y no faltaron a ni una sola de mis competiciones. Ahora lo ven de otra manera, se dan cuenta del tremendo esfuerzo que todo esto supone y lo bonito que hay detrás. Si ya es difícil cada preparación, más aún si tu familia no te apoya. Gracias por estar ahí. A mis hijas, mis mayores fans y sin duda a las que más les gusta esto, ¡¡en especial los bikinis, los complementos y los zapatos!! 🙂
Antes de despedirme quería deciros a todas esas “mamis” que me decís siempre, “¿cómo lo haces?” “¿de dónde sacas el tiempo?” “con las dos niñas es imposible” …..
Aquí lo tenéis, es posible, siempre se puede, fija tu objetivo y ve a por él, que nada te frene.
No tiene precio ver los resultados después de haber trabajado duro con mucha disciplina.